Saludos compas, pues aquí terminando de escuchar el segundo podcast, me gustaría comentar que considero muy importante saber desde donde se conforma, y bajo que criterios, el tipo de educación imperante actualmente, así como los objetivos que persigue este modelo, pues de esta manera se puede construir una forma de educar que no caiga en este paradigma hegemónico y homogenizante, de considerar que solo hay una manera de aprender-enseñar, ni de que hay saberes más importantes que otros. Estoy de acuerdo en que la filosofía debe estar presente en la educación, pero no como una materia más del plan de estudios, sino en todas las disciplinas, y en sí, en todo nuestro actuar. Preguntarnos el por qué y el para qué de lo que hacemos, vemos, oímos y sentimos. Dejar de pensar que las llamadas ciencias exactas y las matemáticas nada tienen que ver con la filosofía, que por ser "objetivas" y dar datos duros son incuestionables. Respecto a la forma de evaluación yo pienso que tendría que ser un ejercicio permanente de autocrítica, individual y colectivo, al que no se le debe asignar una escala numérica. Me parece que mantener estos esquemas de calificación, es seguir con una estructura jerárquica, donde la/el docente establece que y como va a calificar, bajo sus propios parámetros. No hay manera de asignar una calificación al entusiasmo, a la curiosidad o a la creatividad. Por ejemplo, no me imagino a lxs compas de la pizarra negra poniéndonos calificación del curso, o dando diplomas con letras doradas...La reflexión de lo aprendido en el curso y como lo aplicaremos a nuestros ámbitos, será algo que cada quien hará, sin necesidad de una calificación.
Saludos compas, pues aquí terminando de escuchar el segundo podcast, me gustaría comentar que considero muy importante saber desde donde se conforma, y bajo que criterios, el tipo de educación imperante actualmente, así como los objetivos que persigue este modelo, pues de esta manera se puede construir una forma de educar que no caiga en este paradigma hegemónico y homogenizante, de considerar que solo hay una manera de aprender-enseñar, ni de que hay saberes más importantes que otros. Estoy de acuerdo en que la filosofía debe estar presente en la educación, pero no como una materia más del plan de estudios, sino en todas las disciplinas, y en sí, en todo nuestro actuar. Preguntarnos el por qué y el para qué de lo que hacemos, vemos, oímos y sentimos. Dejar de pensar que las llamadas ciencias exactas y las matemáticas nada tienen que ver con la filosofía, que por ser "objetivas" y dar datos duros son incuestionables. Respecto a la forma de evaluación yo pienso que tendría que ser un ejercicio permanente de autocrítica, individual y colectivo, al que no se le debe asignar una escala numérica. Me parece que mantener estos esquemas de calificación, es seguir con una estructura jerárquica, donde la/el docente establece que y como va a calificar, bajo sus propios parámetros. No hay manera de asignar una calificación al entusiasmo, a la curiosidad o a la creatividad. Por ejemplo, no me imagino a lxs compas de la pizarra negra poniéndonos calificación del curso, o dando diplomas con letras doradas...La reflexión de lo aprendido en el curso y como lo aplicaremos a nuestros ámbitos, será algo que cada quien hará, sin necesidad de una calificación.