Tras realizar lecturas, preguntar, discutir, aportar, reflexionar palabras y pensamientos de 200 años a la fecha, queda claro para mí dos cosas:
1. Las pedagogías libertarias son ideas inacabadas y, en consecuencia, en crecimiento moldeable.
2. Las pedagogías libertarias no son un artilugio de la antigüedad, por el contrario, los fundamentos políticos-filosóficos son igual de vigentes que ahora.
El lector debe prestar atención en no malinterpretar el primer punto, pues precisamente al ser una idea inacabada, así como los demás anarquismos, es ahí donde radica la riqueza en cuanto a las aportaciones que podemos hacerle respecto a nuestro contexto en el siglo XXI. De no ser así, tendríamos una idea rígida, pueril y totalmente obsoleta.
Así, si debiésemos definir una pedagogía anarquista que mantenga los principios de toda pedagogía libertaria, propondría hacerla así:
Pedagogía anarquista: Metodología político-social, que emana de la anarquía, que se faculta inacabadamente en al menos tres principios fundamentales: el antiautoritarismo, la educación integral y la autogestión pedagógica; y que de acuerdo con nuestro contexto histórico-social podemos caracterizarla para su función libertadora.
Recuérdese siempre que, como bien decía Bakunin, la instrucción por sí sola no es lo suficientemente potente para lograr el cambio, es decir, ésta tiene que ir de la mano con la revolución social. De igual forma, no puede haber revolución sin un mínimo de disciplina revolucionaria, que se logra precisamente por medio de esta metodología, entre otros medios más.
Salud y A.
Bienvenido sea el diálogo.
Excelente síntesis y reflexión compa, un saludo. Esperemos que lxs compas comenten. Salud.