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ZENIT | Desde las sombras a la melodía, la banda que transforma el dolor en himnos de resistencia.

Conoce la historia de Zenit, la explosiva banda de Temuco que, con una mezcla única de influencias y una autogestión imparable, se alza para acompañar a quienes buscan levantarse. Su primer EP promete energía y conexión, llevando un mensaje claro: no importa la caída, siempre hay una forma de reconstruirse.


¿Cómo nació Zenit y qué los motivó a formar esta banda?

Zenit nació simplemente por las ganas de seguir haciendo música. Esa es, en el fondo, la razón que compartimos todos: no dejar que mueran las ideas ni la energía que todavía llevamos dentro. Todo partió con una guitarra y una batería, con Jorge y Pancho —dos exmiembros de Dewey, una banda que sonó mucho en las tocatas nocturnas de Temuco, por allá por el 2010.


Con varias ideas dando vueltas, la cosa empezó a tomar forma cuando se sumó Cris en la segunda guitarra, exintegrante de Tony Montana. Después llegó Álvaro al bajo, aunque más adelante tuvo que dejar la banda y la ciudad (gracias, Álvaro, por el empujón).


La formación actual se consolidó con Franco, exvocalista de Dewey, quien trajo toda su lírica y fuerza en la voz, y Xixo, exbajista de la banda grunge Sindrxme, quien vino a cerrar el círculo con la energía y motivación que todos necesitábamos.


¿Cómo describen su propuesta musical y qué influencias los han marcado?

Zenit es una mezcla explosiva de estilos, y eso se debe a las influencias supervariadas de cada uno de nosotros. Todos venimos del circuito musical local, de esa época dorada entre el 2006 y el 2013, cuando lugares como La Constru, El Fozo, Barbudos o Medievo eran el corazón de las tocatas. Ahí crecimos, nos formamos y respiramos música.


Cada uno trae lo suyo: desde Nirvana, Green Day, Blink-182 y The Ataris, hasta Belvedere y Millencolin. Ese abanico de influencias es lo que le da forma a cada idea que tiramos en la sala.


¿Qué nos pueden contar sobre su primer EP de estudio?

Llevamos mucho tiempo trabajando en esto. La idea siempre ha sido sacar un material sólido, con buen sonido y arreglos que realmente digan algo. Cada canción tiene su propia identidad, y eso es justamente lo que más nos gusta de Zenit: no nos encasillamos, cada tema muestra una parte distinta de lo que somos.

Este EP va a ser enérgico, lleno de melodía y con el sello personal de cada uno de nosotros. Esperamos que el resultado final conecte con la gente y que les guste tanto como a nosotros nos está gustando crearlo. Si todo sale bien, en unos meses más ya debería ver la luz… y no podemos esperar a compartirlo.


¿Qué mensaje quieren transmitir a través de su música?

Nuestra música nace de momentos en los que sentimos que todo se venía abajo. Esas etapas donde la mente te juega en contra, donde el mundo se siente oscuro y pesado, y parece que nadie te escucha. Estuvimos ahí, en el fondo, cuestionando todo. Pero también aprendimos que incluso en medio del dolor, uno puede resistir. Que no hay caída que dure para siempre si estás dispuesto a levantarte.

No se trata de pintar todo bonito ni de romantizar el sufrimiento. Se trata de reconocer que el dolor existe, que es real, pero que no te define. Lo que te define es lo que haces con él. En nuestro caso, lo convertimos en música. Y esa música lleva un mensaje: no importa cuántas veces te hayas sentido quebrado, siempre hay una forma de reconstruirte, siempre puedes levantarte.

Nos mueve una fuerza que viene de adentro, de no aceptar que lo que duele te destruya. Queremos que la gente escuche nuestras canciones y sienta que alguien entiende lo que está pasando, que alguien también pasó por la tormenta y salió.


Ese es el corazón de lo que hacemos: acompañar a quienes están en su punto más bajo, recordándoles que siguen vivos, que siguen de pie… y que eso ya es una forma de vencer.


¿Qué distingue a Zenit de otras bandas de la escena nacional actual?

Cada banda tiene su propia esencia, y eso es lo que la hace única. No creemos que sea bueno comparar o marcar diferencias entre unas y otras… al final, todos estamos haciendo música, y eso es lo que realmente importa. Cada proyecto tiene su propio toque, su sonido, su estilo... y justamente eso es lo que hace que la música sea algo tan especial.


¿Qué rol ha jugado la autogestión en su camino musical?

Hacer música fuera de la industria no es fácil y cada vez se vuelve más complejo. 


Por eso, la autogestión siempre ha sido parte fundamental de cada paso que damos, tanto en Zenit como en cualquier otro proyecto musical de la región o del país.

Es clave tener el control de lo que haces: desde promocionar tus tocatas para que todo salga bien, hasta preparar tu propio merchandising.

La autogestión no solo te da independencia, también te asegura que el resultado final sea fiel a lo que querías lograr. Para nosotros, es algo que no debería perderse nunca.


¿Cómo se vive el proceso creativo dentro de la banda? ¿Componen en conjunto, improvisan, traen ideas desde lo personal?

El trabajo en equipo es clave en Zenit. Todo arranca cuando nuestras guitarras tiran una idea, una maqueta o un riff… ese es el punto de partida donde empieza la magia. A partir de ahí, nos metemos todos a darle forma: le sumamos velocidad, intención y esa fuerza que queremos que tenga cada canción. Por eso terminamos con temas bien potentes, pero también con otros más melódicos y suaves. Cada uno mete lo suyo, y eso se nota en el resultado final.


¿Qué lugar ocupa lo emocional en la estructura de sus letras y arreglos?

Para nosotros, lo emocional está en el corazón de todo lo que hacemos. Es lo que le da sentido a cada letra y a cada arreglo. Buscamos que nuestras canciones tengan fuerza y energía, pero también que hablen de lo que vivimos todos los días, de lo bueno, lo difícil, lo que duele y lo que emociona. Queremos que quien escuche sienta que hay algo real detrás de cada tema, algo con lo que pueda identificarse y conectar de verdad.


¿Qué piensan del rol de los medios independientes como Grítalo Magazine en la visibilización de bandas emergentes?

Creemos que los medios independientes como Grítalo Magazine cumplen un rol fundamental, no solo en la visibilización de bandas emergentes, sino también en la proyección de aquellas ya consolidadas en la escena regional. Son una plataforma esencial para difundir el arte musical que se cultiva en el underground, conectando tanto con jóvenes como con adultos, y ampliando ese alcance a nivel nacional.


¿Qué importancia tiene para ustedes aparecer en espacios como este?

Hoy en día no es fácil mover música como la nuestra, por eso estar en espacios como este es una tremenda oportunidad. 

Nos da visibilidad, nos permite mostrar lo que queremos decir a más personas, y al mismo tiempo, abre puertas para que podamos llegar a escenarios importantes dentro de la región. Muchos de esos eventos piden cierto nivel de alcance para considerarte, así que estas instancias son clave para seguir avanzando.


Si tuvieran que definir a Zenit en una sola frase, ¿cuál sería?

Zenit es una amalgama de emociones que resuenan en cada acorde.



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