DE KASSETTE | Ruido con sentido desde el sur del mundo.
- Grítalo

- 27 nov
- 5 Min. de lectura
Una banda temuquense que transforma emociones crudas en nu metal honesto, visceral y autogestionado. Entre riffs agresivos, letras íntimas y la resistencia del under, De Kassette afina su identidad y su próximo salto en la escena.

Desde Temuco, De Kassette emerge como una de las voces más auténticas del nu metal chileno. Con letras crudas, directas y cargadas de emociones, la banda se ha consolidado en la escena underground sureña a través de demos autogestionados y presentaciones que transmiten intensidad y sinceridad.
Su reciente demo homónimo, lanzado por Nekron Recs, captura la esencia de su propuesta: riffs agresivos, barras depresivas y melodías que buscan conectar con quienes viven emociones extremas y auténticas. En un mundo saturado de ruido vacío, De Kassette apuesta por el ruido que tiene algo que decir.
En esta entrevista, la banda comparte su proceso creativo, su relación con la escena local, sus próximos proyectos y cómo imaginan sus presentaciones en vivo.
De Kassette tiene un nombre muy particular y una estética ligada a la cultura cassette. ¿Cómo influye esto en su identidad visual y sonora?
—Le pusimos De Kassette como una forma de identidad, basándonos en el concepto de música mezclada de los 90; onda, un mixtape básicamente. Se dio igual que el nombre de rapero del Diego es DKSeta y quedó como anillo al dedo.
Además, el nombre se refiere a las diferentes influencias de cada uno para aportar musicalmente a la banda.
—Más que una decisión, como que se da. Se trae un riff y el DK empieza a escribir sobre cosas que siente en el momento, según cómo lo llama el sonido de “la pista”.
Los temas más suavecitos son más sensibles que los más pesados.
¿Qué rol juega la cultura underground chilena en la construcción de su propuesta artística?
—Bueno, venimos del under y probablemente siempre lo estaremos (independiente de lograr éxito o no). Y, por lo general, es un lugar crudo; es cosa de escuchar a bandas under del resto de Chile. La calle siempre tiene presencia, porque mucho se vive ahí, sobre todo cuando no encontraste tu lugar en el mundo.
Asimismo, la autogestión y el apoyo colectivo para construir una escena juegan un papel clave dentro de la cultura del under, siendo esto la mejor parte de este. Siempre nos hemos movido en ese círculo y casi siempre con la misma gente apañando.
Si tuvieran que describir el “espíritu” de su demo homónimo en tres palabras, ¿cuáles serían y por qué?
—Potente, honesto, emocional.
La autogestión es clave en bandas emergentes. ¿Qué decisiones creativas o logísticas han tomado que reflejan su independencia como banda?
—Grabar en casa y estar en sellos autogestionados que, aunque tienen poco alcance, ayudan a lo más importante en la música: el formato físico. Además, la organización de tocatas autogestionadas es muy importante, ya que son parte de los pocos espacios donde podemos mostrar lo que hacemos y nuestro mensaje, al menos en Temuco.
¿Cómo influyen sus experiencias personales y emociones en la creación de riffs, beats y letras?
—Influyen totalmente. Las letras o son vivencias o son cosas que se sintieron en su momento. Puede que no reflejen quiénes somos actualmente, pero cada canción es parte de nuestra historia; somos nosotros en algún momento. Cada sonido o ruido es un canal directo desde nuestro corazón hacia quienes nos escuchan. Ya sean experiencias positivas o negativas, son lo que nos ha consolidado.
En sus shows, la interacción con el público es intensa. ¿Cómo preparan esa conexión y qué buscan transmitir en escena?
—Más que preparar una conexión, simplemente se dio. A muchxs amigxs les gusta nuestra música, se saben algunas letras y apañan cuando tocamos. Pasa igual que el DK es carismático en el escenario, y si yo fuera público, igual me darían ganas de webiar con la banda.
¿Qué significa para ustedes tocar en Temuco y la Región de La Araucanía, considerando la escena y el público local?
—Tocar en Temuco es resistencia. No hay muchos espacios, entonces cada toke es importante y un desafío. Desde la Isla Kawtin a escenarios más grandes, cada persona que ha levantado esos eventos resiste ante la idea de buscar su propio lugar para ser.
Si pudieran elegir un lugar o evento en Chile o el mundo para tocar, ¿cuál sería y por qué?
—El Fluvial es bacán o el Metal Fest. El REC igual es una wea bacán, y mejor porque es gratuito. La meta máxima sería tocar con alguna banda insignia del género en cualquier evento o festival; sería simplemente irreal.
¿Cómo manejan la tensión entre mantener un sonido fiel al nu metal clásico y explorar nuevas sonoridades?
—Buta, yo creo que nos arriesgamos nomás. No buscamos sonar “nu metal clásico” como tal, pero sí entendemos los parámetros para caer dentro de la etiqueta y jugamos con eso más lo que nos gusta, como el hardcore, emo, punk y hip hop, dándole así una sonoridad única a lo que es De Kassette, donde existen influencias de diversos lados.
La colaboración con Nekron Recs ha sido un paso importante. ¿Qué aprendieron en el proceso de grabación y producción del demo?
—Aprendimos a grabar y a tomar decisiones, pero, sin embargo, hay mucho que aprender aún. Una sesión de grabación suena fácil, pero tiene su complejidad. La idea es que en nuestro próximo material pongamos en práctica todo lo aprendido desde la producción del demo y entregar un sonido a la altura de la banda.
¿Cómo deciden qué canciones merecen ser grabadas o presentadas en vivo primero?
—Elegimos las que creemos son “ad hoc” al momento. Por lo general tocamos lo más pesado, es lo que más gusta, pero también tenemos temas más lentos e introspectivos, más cercanos al emo, que también son parte de nosotros. También influye el tiempo disponible: no vamos a pasarnos pa’ la punta y dejar a los demás sin tocar, ¿no? Entonces: hacemos un set, lo ensayamos y cronometramos, y vamos viendo.
La cultura cassette es simbólica para ustedes. ¿Ven algún paralelismo entre la nostalgia del formato físico y la forma en que quieren que el público viva su música?
—No sé, pero en un mundo donde predomina lo digital en todo (si hasta pa’ la micro hay que usar tarjeta) el formato físico es un acto de resistencia a través del tiempo. Lo físico, lo tangible, de a poco ha ido recobrando valor, sobre todo por el trabajo detrás de lanzar material físico.
¿Qué experiencias o anécdotas del backstage o de ensayos consideran definitorias para la banda hasta ahora?
—Además de la frase “De Kassette en la puta casa”, que salió de webeo y quedó, las diferentes tocatas. Cada vez somos más certeros; desde el demo hasta el álbum que próximamente saldrá existe una evolución tremenda. Sin embargo, hay mucho que mejorar aún, pero nada que el diálogo interno no solucione. Eso sí, el cariño innato de las personas que nos escuchan o se acercan a nosotros luego de presentarnos nos llena mucho el corazón, lo que es clave para la banda y lo que nos define.
Mirando hacia el futuro, más allá de grabaciones y shows, ¿qué legado quieren dejar como De Kassette en la escena nu metal del sur de Chile?
Que la música trascienda y se escuche lo que tenemos que decir. No queremos ser caras o emblemas de un movimiento, queremos tocar y cantar lo que sentimos. Sería bacán seguir sonando o que la gente se acuerde de nosotros de aquí a 50 años, o que gracias a la banda mucha gente más quiera tocar o escuchar nü, siendo que Chile en su momento tuvo buenísimas bandas como Rekiém o Dracma. Pero eso.





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