AZUMÜN KURRUF
- Grítalo
- 9 jun
- 2 Min. de lectura
Hay bandas que buscan componer canciones buscando fama y estilos para
solo sonar o ser parte de algo… y hay otras que abren portales para viajar hacia los ancestros y usar la composición como catalizador.

Desde la región de La Araucanía, donde el viento lleva memorias y los árboles murmuran recuerdos, “Azumün kurrufˮ que en mapuzungün significa “entender el viento” inicia como un trío de locura fuera de lo establecido.
Desde su formación alrededor del 2023, esta banda ha tejido un hechizo musical que desafía la lógica, uniendo un jazz rebelde entrelazado con el punk, avant-garde, noise y rock progresivo, en un lenguaje tan único como los espíritus que recorren los cerros del sur. Pero no todo es distorsión y sonidos extraños:
entre sus capas ruidosas, se entrelazan instrumentos de viento mapuche, bajos que mantienen un vibra en constante cambio dentro del caos y letras que evocan el pensar, como un llamado a recordar los ancestros.
Es ahí donde la música deja de ser solo forma, y se convierte en mostrar el propio territorio.

La primera vez que escuché Azumün kurruf fue recorrer un camino de piedra que vibra bajo los pies o el viento que trae la costa. Salían de lo común. Es adentrarse en el ruido como si fuera naturaleza viva, que tiene una belleza auténtica entre el caos.
No es fácil sobrellevar un proyecto así de complejo, ya que, no busca simplemente gustar, si no que busca remecer. Ser.
Una resistencia activa frente al olvido, una defensa de la cultura, la lengua y el pensamiento político de su pueblo.
Se suma el cariño verdadero de dejar el legado de su querido amigo Yiye.
Esta reseña es en honor y con mucho cariño a amigos y familia de Christian
Escobar Henríquez que en paz descanse.
Comentarios