Todo esto a propósito de un "garabato" con plastiscina donde lxs niñxs debían dar forma a sus emociones en el 5to año básico de una escuela rural del walmapu por el año 2018...
Hacía contantes crisis, su pierna temblaba como si quisiera arrancar sola y desprenderse de su pequeño cuerpo. Su condición de infante lo hacía presa de las decisiones de “los adultos responsables”, que, si bien no eran los mismos que lo abandonaron en las puertas de un hogar de menores, se le parecían bastante, piernas largas y gordas igual que sus dedos gruesos y asquerosos con barbas a medio afeitar, uñas con el esmalte quebrajado y un fuerte hedor a cigarrillo.
Se golpeaba la cabeza contra el suelo y se daba fuertes golpe de puño en la cara hasta romper su delicada piel de niño.
La más mínima provocación o desacuerdo con su posición lo hacía estallar, salir de la sala de clases, arrojar objetos y proferir insultos a quien se pusiera en su camino.
Los profesores y profesoras se veían fácilmente superados por su comportamiento. en muchas ocasiones era necesario reducirlo para evitar que se hiciera daño.
Dueño de una fuerza inexplicable cuando entraba en crisis, jamás lo vi golpear a un profesor o profesora, aunque muchas veces pensé que así sería, sobre todo cuando le llamaban la atención, por cuestiones que hasta para mí eran absurdas, y gritaba a todo pulmón desde una esquina a otra de la escuela ¡VIEJA CULIAAAAAAAA! O ¡VIEJO CULIAAAAAAOOOO! Como un efecto catártico...
Al indagar un poco en su historia podías encontrar todo un prontuario de vulneración y una innumerable lista de culpables y responsables de lo que le ocurría.
Abandonado cuando era una guagua en la entrada de un orfanato en el culo del mundo, había crecido de hogar en hogar. Pero una de las situaciones que no hacía más que reafirmar cuan miserable puede ser el ser humano es que hacía un par de meses una familia había sorteado todos los procesos para su adopción, lo llevaban a su casa, salía de vacaciones con ellos y solía disfrutar de los veneficios que esto le traía.
Todo estaba listo, solo restaban unos papeles, pero su ansiedad pudo con su propia humanidad y le jugó una mala pasada, una crisis frente a sus futuros "padres" los haría desertar de su adopción... Quedando nuevamente abandonado.
Entonces cuando el construye esta figura dando forma a la felicidad no hace más que sacar desde muy adentro un gran alarido.
Lo que yo veo es la necesidad de este crío de reencontrarse con el vientre de su madre, quizá ese fue el único lugar seguro que conoció, lo cierto es que él no tenía mamá y tampoco una figura que la reemplazara…
Para mí la interpretación es simple, para otrxs será diferente, el arte tiene eso de ser tan directo y subjetivo al mismo tiempo, tiene ese dulce y agrás.
Todo esto a propósito de un "garabato" con plastiscina donde debían dar forma a sus emociones...
¡Más arte en las escuelas, menos viejas culias y viejos culiaos!
¡Más niñxs felices!
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