El susurro del itxofill mongen

El susurro del Itxofill mongen nos adentra en un rincón vibrante de la Aldea Colores, donde el canto del chucao anuncia cambios que no pueden ignorarse. Cuando Piwke, la curiosa pudú de ojos de avellana, descubre que el río comienza a enfermar, toda la comunidad deberá detenerse, escucharse y mirar más allá de sus rutinas diarias.
Este relato luminoso y urgente revela cómo los habitantes de la aldea, desde el pequeño ratón Nube, guardián de antiguas enseñanzas, hasta la rana Lili, el Martín pescador y el siempre sorprendente Don Cuac, enfrentan un problema que amenaza la vida de todos. La contaminación que ha comenzado a invadir el cauce que les da sustento.
A través de una asamblea llena de preguntas, memoria y cooperación, los personajes recuerdan el Itxofill mongen, la fuerza que enlaza a todas las formas de vida. Unidos desde la horizontalidad, sin mandos ni jerarquías, trabajan para sanar el río, restaurar el equilibrio y hacerse responsables del daño causado. Cada gesto, cada red tejida, cada semilla plantada se vuelve un acto de amor hacia la tierra.
El susurro del Itxofill mongen es una invitación delicada y poderosa a conversar con las infancias sobre: la interdependencia entre los seres vivos, el cuidado de los ecosistemas,
la importancia de la organización comunitaria sin líderes, la responsabilidad frente a nuestras acciones, y la construcción de una vida buena, un küme mongen, en armonía con la naturaleza.
Con emoción, ternura y humor suave, este cuento transforma una crisis ecológica en una lección colectiva donde la autonomía, el apoyo mutuo y la ética del cuidado laten con fuerza. En la Aldea Colores, cuando la comunidad se organiza, la vida recupera su canto.
Comparte
Sobre la historia.
En El susurro del Itxofill mongen, la Aldea Colores despierta inquieta cuando Piwke, una pequeña pudú, descubre que el río se está ensuciando y los peces comienzan a enfermar. Pronto se revela la causa, algunos animales han estado arrojando desechos sin pensar en las consecuencias.
La comunidad se reúne bajo el gran árbol y Nube, el ratón, recuerda una enseñanza ancestral, el Itxofill mongen, la fuerza que une a todo lo vivo. Si el río sufre, todos sufren. Inspirados por esta idea, los habitantes de la aldea organizan una jornada colectiva para limpiar el agua y sanar su entorno, el Martín pescador trae semillas medicinales, Don Cuac remueve la tierra, Lili y Nube tejen redes para recoger los restos flotantes.
Sin jefes ni órdenes, cada uno aporta desde lo que sabe hacer, hasta que el río vuelve a brillar y la vida recupera su ritmo. Al final, la aldea reafirma que proteger la naturaleza es protegerse entre sí y que la convivencia libre, solidaria y horizontal es el corazón de su buena vida, el küme mongen.
