top of page

Ruido Kolectivo

Autogestión, rebeldía y sonido en la escena underground de Temuco.


Desde su nacimiento en 2022, Ruido Kolectivo ha sido un punto de encuentro para bandas y personas afines al punk, hardcore y otros sonidos extremos en Temuco. A través de la autogestión y el espíritu contracultural, han construido un espacio de resistencia donde la música es más que ruido: es comunidad, activismo y un acto de independencia.



Ruido Kolectivo

Para quienes aún no los conocen, cuéntennos qué es Ruido Kolectivo y cómo nace la iniciativa.

Somos un colectivo de personas, amigos y bandas de Temuco que nos dedicamos principalmente a la organización de tocatas, con un sentido contracultural, de forma autogestionada y en torno a sonidos que están emparentados fundamentalmente con el punk y el hardcore, aunque no únicamente porque también hay algunas conexiones – aunque menores – con el mundo del rap. 


Nunca ha habido una demarcación explícita o un intento de limitar los sonidos que tienen cabida dentro del colectivo o en las actividades que hacemos, sino que es algo que se ha ido dando de forma natural por afinidad tanto musical como personal. 


Ahora bien, en cuanto a las bandas que forman parte del colectivo propiamente tal, hay algunas de ellas cuyos integrantes participan en su totalidad de RK, como es el caso de Autosabotaje, Antorcha o Amanita Tóxica, y también hay otras bandas que siempre están, pero cuyos integrantes no participan en su totalidad, sino que están conectadas al colectivo por uno o más de sus miembros, como es el caso de Tripal, Los Gatos Roñosos, Noizrot, Cuetazo, DeKasette o “Entre Huellas, La Letra y La Raíz”. Así, podemos ver que los sonidos están emparentados, pero también cada banda pone su particularidad, pasando por el Hardcore Punk, el Powerviolence, el Deathgrind, el Nü Metal, el Post-Hardcore, el Noise, entre otros.


En cuanto al surgimiento de la iniciativa, formalmente el colectivo comienza a funcionar como tal a principios del 2022, aunque está precedido por al menos un año (desde el verano del 2021, en medio de las cuarentenas) de irse encontrando, generando conversaciones, haciendo nexos, organizando tocatas, etc. Sobre cómo nace la iniciativa, es curioso, porque a veces se han dado conversaciones al respecto y hay distintas versiones, que probablemente tienen que ver con el lugar en que cada uno se encontraba en ese proceso. 


Pero también podría tener que ver, y quizás es lo que más valga la pena decir, con que la idea estaba latente en varias personas y grupos a la vez, había una necesidad de reunirse, organizar y concretar.


Quizás podría haberse materializado de otra forma, por ejemplo, como ocurre en otros lados donde no existe un colectivo de estas características, pero sí hay de todos modos una comunidad de personas y bandas que realizan algo similar; o podría haber tomado la forma de un sello; o infinitas posibilidades. 


Quizás tomó la forma de colectivo porque ya llevábamos un tiempo haciendo cosas y existía la voluntad de superarse, de hacer cosas más grandes y de forma más estable, que las ideas no se diluyeran o que las iniciativas no fueran perdiendo fuerzas. También porque el énfasis estaba puesto en generar actividades, eventos y tocatas (más que en grabar o producir bandas, por ejemplo). También probablemente influyó el contexto social y político, donde todavía se dejaba sentir la revuelta popular del 2019 que le dio valor a lo colectivo. En fin, todavía falta pensar la historia de Ruido Kolectivo y ponderar esos distintos factores, pero ahí hay algunas ideas.


¿Cuál es la filosofía que impulsa su trabajo y qué valores consideran fundamentales dentro de la autogestión?

Podría decirse que no hay una única filosofía, no hay grandes acuerdos, definiciones o pretensiones al respecto. Ruido Kolectivo es un espacio diverso donde confluyen personas cuyas ideas se nutren del Punk, el Hardcore, el Hazlo Tú Mismo, Nihilismo, el Anarquismo, el Marxismo, el pensamiento Mapuche, o de otras corrientes como el Straigth Edge o el Ecologismo. También confluyen personas que no simpatizan con ninguna de estas corrientes y que encuentran aquí un espacio para divertirse, disfrutar el ruido, canalizar su energía, su rabia y sus frustraciones. Ahora bien, más allá de esta diversidad, en la práctica concreta del colectivo hay un conjunto de ideas y conceptos que se ponen en juego y que con el tiempo han pasado a formar parte de un código en común. La recuperación de espacios, la amistad, el autocuidado, el cuidado de lxs otrxs y el entorno, el apoyo mutuo, la contracultura, la autonomía y la autogestión, la solidaridad con diferentes causas sociales y políticas. 

Estos conceptos se van repitiendo en lo que hacemos como colectivo, pero también se expresan, de alguna u otra manera, en muchos de los mensajes que cada banda desarrolla en sus canciones, a las que a veces no se les pone la suficiente atención. En el fondo, nos gusta el ruido, pero entendemos que esto no se trata sólo del ruido. 


Del mismo, para llevar adelante la autogestión se ponen en juego algunos valores, como por ejemplo el compromiso, la responsabilidad y la dedicación, pues cuando no esperas que alguna institución resuelva las cosas por ti, eso implica que para que todo resulte, debe haber un trabajo que es hecho 100% por nosotros mismos. Eso también conlleva colaboración, que cada uno aporte desde sus conocimientos, habilidades, y también desde sus posibilidades, siendo honestos entre nosotros mismos respecto de cuándo y cuánto se puede entregar, porque fuera del ruido también cada uno libra sus propias batallas en el silencio del día a día.


¿Cómo ha sido la experiencia de organizar tocatas en Temuco? ¿Cuáles han sido los mayores desafíos y logros hasta ahora?

En cuanto a los desafíos podría hablarse mucho de los recursos, los espacios, los equipos y ese tipo de cosas, pero probablemente los mayores desafíos tengan que ver con nosotros mismos, con las demás bandas y con quienes asisten a las tocatas, es decir, con esta comunidad de personas que se forma en torno al ruido. En este sentido, de alguna forma las tocatas son una expresión de lo que pensamos, de lo que hacemos, de cómo nos relacionamos con lxs demás y con el entorno. Por lo mismo, uno de los desafíos ha sido aprender de cada experiencia; conversar sobre los problemas que se van presentando y cómo resolverlos; reflexionar acerca de los mensajes que queremos transmitir y aquellos que no; ser conscientes de que si bien cada uno de lxs asistentes es responsable de lo que hace, nosotros como organizadores y como bandas somos los que damos un sentido a las actividades, una estética, un discurso, somos los que tenemos el micrófono, y por ende tenemos una responsabilidad en cuanto al ambiente que se produce. En definitiva, organizar tocatas no se trata sólo de resolver los aspectos técnicos – que ya son un desafío en sí mismo – si no que sobre todo de generar un espacio en que podamos compartir el ruido de una forma en que todxs podamos disfrutarlo.


Otro desafío tiene que ver con combatir e ir derribando ideas o preconcepciones que a veces están arraigadas en círculos de personas que participan de la movida e incluso en nosotros mismos. La música que tocamos, sea punk, hardcore, o cualquier estilo, no tiene por qué sonar mal. Nos esforzamos por ser mejores, en nuestras creaciones, en nuestras presentaciones, en el montaje de los equipos, en todo siempre está presente esa idea. Por otra parte, si bien todos queremos pasarlo bien, esto no es sinónimo de reventarse. El punk no tiene que ver con la autodestrucción y para poder sacar adelante una tocata de principio a fin se necesitan personas - al menos relativamente - lúcidas. Asimismo, cuando alguien hace ver una conducta que está dañando a una persona, al espacio físico o la atmósfera de la actividad, no está paqueando. Simplemente se trata de que, para crear una comunidad en torno al ruido, no está permitido que cada quien haga cualquier cosa. El individualismo disfrazado de libertad no va con nosotros. Otro ejemplo tiene que ver con el rol del “público”, que no tiene por qué ser pasivo, no tiene por qué haber un abismo entre quienes tocan y quienes no, no tiene por qué ser un mero consumidor del ruido. Existen diferentes formas y niveles para involucrarse en crear esto que nos gusta, de lo que al final todxs somos parte.


Todo lo mencionado son desafíos que hemos enfrentado y que seguimos enfrentando. 

Afortunadamente hemos podido avanzar en ello, con dificultades, con aciertos y errores, pero creemos que hemos podido ir poniendo los énfasis que nos parecen correctos, lo cual ha significado que personas se alejen de nuestras actividades y que otras se vayan acercando, lo que al final del día nos tiene conformes.


Desde su perspectiva, ¿cómo ven la escena del ruido y la música autogestionada en la región? ¿Ha cambiado en los últimos años?

Ruido Kolectivo está formado por personas entre los 25 y los 32 años, con experiencias y trayectorias diversas, por lo que no creemos estar en condiciones para hacer una comparativa tan detallada con otros períodos. Lo que sí podemos comentar, es que la formación de la mayoría de las bandas que forman el colectivo, de una u otra manera, están marcadas por la Revuelta Popular de octubre de 2019 y la pandemia entre 2020 y 2021. Fue durante este periodo, en medio de cuarentenas, estados de excepción y toques de queda, que comenzamos a reunirnos. Lo que vendría después sería una catarsis colectiva, una necesidad de salir, encontrarse, tocar, gritar, saltar, bailar. Hubo un período donde hicimos muchas tocatas, prácticamente todos los fines de semana. Ahora es un poco más pausado, lo cual también es bueno, porque le da tiempo a las bandas para poder seguir creando canciones, grabando, produciendo sus formatos físicos, etc. Así mismo hay más grupos de personas y colectivos que hacen cosas similares y le ponen más diversidad a la movida musical. No podemos referirnos a sus ideas o filosofías sobre lo que hacen, porque no lo conocemos. Podemos hablar por nosotros solamente. Lo que sí creemos importante, es no perpetuar discursos como "en Temuco no pasa nada... no hay propuestas interesantes... no hay música en vivo". Creemos que esa no es la realidad. 


Por el contrario. Hay mucho movimiento. Cada quien sabrá dónde se siente convocado, por qué personas, entornos, bandas o sonidos. Pero perpetuar esos discursos es perpetuar el inmovilismo y la actitud de queja frente a la realidad, en lugar de tomar un rol activo. Si te parece que falta por hacer, entonces hazlo tú mismo. Ese sería un mensaje. 

Por otro lado, siempre hay que tratar de ser conscientes de fenómenos que pueden ocurrir en el camino. Cuando nosotros comenzamos, hicimos una experiencia por las nuestras. No obstante, eso, hubo personas y bandas con más trayectoria y experiencia previa que nos dieron una mano, así como otras que no. Por nuestra parte no queremos convertirnos en dinosaurios del ruido y ponernos conservadores. Queremos alentar a que se sigan formando bandas y que hagan las cosas a su manera.


La autogestión muchas veces implica resistir ante las dificultades económicas, de espacios y de difusión. ¿Cómo enfrentan estos desafíos y qué estrategias han desarrollado para seguir adelante?

En general, esas dificultades están siempre presentes, pero creemos que la forma en que lo hemos afrontado es una en que asumimos un papel activo. Nuestra actitud no es la de sentarnos a sufrir por la falta de espacios o recursos, tampoco la de esperar a que alguien lo resuelva desde afuera. Podría decirse que una de las primeras y más básicas formas de afrontarlo fue reunirnos. Formar un colectivo es ya una forma de resistir a la dispersión, a la soledad. 

Significa sumar nuestros esfuerzos para potenciar lo que hacemos. Asimismo, crear redes con otras personas o grupos que estén en una parada similar y que nos permita apoyarnos. Y después, todo se ha tratado de hacerlo nosotros mismos, a nuestra manera.


Si no hay espacios dados, los hemos ido creando, ocupando, recuperando o consiguiendo. Al día de hoy ya tenemos un equipamiento básico que nos permite pararnos en cualquier lado. Parte de este equipamiento proviene de equipos que algunos de nosotros disponíamos personalmente y también de otros que se han ido comprando a partir de los recursos que se van generando en las tocatas, que no son muchos. Ahora bien, todo eso requiere mantención, reparación o en algunos casos derechamente comprar otros nuevos. Los miembros del colectivo pagamos una cuota mensual, pero la mayor cantidad de dinero se consigue a partir de los mismos eventos, por lo que es esencial el apoyo de quienes asisten pagando su entrada, aporte voluntario o comprando lo que se vende por parte de la organización. Esto siempre es bueno recordarlo. Afortunadamente, se ha ido creando una comunidad de personas que asiste a las tocatas que entiende esto y que colabora pagando su entrada y todo lo demás, sabiendo que no nos están haciendo un favor a nosotros, que no ganamos ni un peso, si no que se están haciendo parte concretamente de que esto continúe. Así también se van formando otros grupos que organizan tocatas, van haciendo sus propias experiencias y van comprendiendo mejor todo lo que hay detrás de lo que se ve. Al final, se va rompiendo un poco la barrera entre quienes organizan y quienes asisten, y se va formando algo más armónico.


Por último, hay cuestiones que a veces no reflexionamos mucho colectivamente, pues estamos más metidos e interesados en hacer cosas. Pero cuando se trata de autogestión siempre hay una disyuntiva que tiene que ver con si hacemos esto por un momento, como una etapa, hasta que podamos acceder a otras formas de financiamiento estatal o similares; o si hacemos esto porque realmente es la forma en que aspiramos a hacer las cosas. 

En nuestro caso tiene más que ver con lo segundo. La autogestión es un medio para poder hacer lo que queremos, pero también es un fin en sí mismo, que nos permite aprender, valorar lo que hacemos, hacer amistades, crear comunidad, ser independientes, criticar y confrontar el sistema. No hacemos autogestión porque no podamos acceder a otra cosa. Hacemos autogestión porque es parte de lo que somos y lo que queremos ser.


¿Qué criterios tienen al momento de armar un evento? ¿Qué buscan en las bandas o proyectos que participan en sus tocatas?

Vemos 3 tipos de tokatas: 

Primero, las que hacemos en conjunto que básicamente son para juntar plata para el colectivo que nos sirve para arreglar algo, mejorar equipos o disponer de recursos para futuras organizaciones de otros eventos con bandas de afuera, etc 

Segundo, las que vienen propuestas por algún integrante en particular del colectivo, que es quien hace de "organizador" y coordina el evento en general, pide ayuda o manos para lograr y toman el sello más propio de esa persona y las personas con quienes realizan la tokata.

También, hay otras tokatas que se hacen porque una banda pasa por Temuco, nos habla, y vemos si es factible organizar algún webeito para apañar y aprovechar también de compartir ruido entre otras ciudades, ampliando la música que podemos escuchar en Temuco, a la vez que se hacen redes, que a veces derivan en que bandas del mismo colectivo viajan a otras ciudades. 

Se hacen conexiones como consecuencia del apañe, eso ha sido un resultado anexo más que un fin en sí mismo, pero es algo bueno que ha sucedido y se puede destacar ya que es parte de cómo se conecta el trabajo desde la autogestión y apoyo mutuo (que mencionamos en otras respuestas) entre distintas ciudades.


Las del primer tipo siempre tocamos algunas bandas del colectivo + un par de invitados locales, así nos ahorramos lo más posible en pasajes y esas cosas. No hay mucho criterio para elegir bandas invitadas, podría decir que sea "ruidosa" o que vaya con el estilo de las demás bandas que van a tocar. A alguien se le ocurre una y generalmente queda de una, no pasa por una discusión en particular.

Luego está el tipo de tokata porque a alguien se le ocurre. Ese tipo de tokatas tiene un criterio más personal. Puede ser por lanzamiento de un trabajo, por ganas de invitar una banda de afuera o por qué sí, pero ahí el criterio queda en manos de quién la organiza, y se hace si es que pone "sobre la mesa" las soluciones a las cosas básicas como el lugar, cantidad de personas que van a ayudar, logística en general, cómo y dónde van a quedar los equipos etc... 

En el tercer tipo de tocata ya se conversa más. Muchas bandas nos hablan y piden un espacio para tocar, analizamos primero si vamos a estar disponible al menos unas 5 o 6 personas, incluidas un par que sepan de las conexiones y de audio, más si hay algún lugar o dificultad por la lluvia. Ahí también tocamos bandas de acá en invitamos un par locales de estilo similar y generalmente le damos un poquito más de color con el flyer.

Cabe mencionar que estamos hablando de las tokatas que son organizadas por el colectivo o parte de sus integrantes, ya que también hemos apoyado con el sonido a otros eventos por tener fines comunes, apoyar el ruido o alguna causa que vaya con los valores afines al colectivo (mencionado en otra de las preguntas).

En términos organizacionales, Generalmente nos coordinamos por WSP. Hay poco tiempo en general en la vida. Son pocas las veces que nos reunimos en persona, muy pocas, y nunca podemos todos. Al principio hacíamos reuniones online pero lo mismo, todos tiene trabajos con distintos horarios, no siempre resultaban cono queríamos así que estamos retomando las reuniones presenciales.


Aún así, el trabajo más de gestión y cotidiano se hace a través de mensajes por wasap, las cosas que se discuten por WSP a veces pasan de largo, cada quien, a distintos tiempos, pero nos esforzamos por encausarnos y ocuparnos de lo importante. Por lo mismo no se tira tanto la talla, somos bien concisos, poco sticker, y en la tokatas estamos pendientes de otras cosas

En Relación a las bandas con las cuales se va vinculando el colectivo, mucho pasa por criterio personal, luego creo que no se da mucho algo como "esa banda no".

Generalmente si hay problemas internos quedan en eso, en problemas de cada uno, y si hay problemas que deriven en discusiones más serias o que a alguien le moleste, se corta por lo sano y no se invita. No estamos para resolver problemas de otras personas. Por esa misma razón muchas veces damos vueltas en las mismas bandas, porque ya nos conocemos y sabemos cómo cuidan la instancia, las cosas y las relaciones humanas, que obviamente también se cuidan. No se trata de ser amigos, si no más que nada de no dar jugo, creo que todo lector podría entender esto. Tenemos disposición a apañar el ruido, nuestro y de otros, pero también somos cautos y cuidamos el trabajo que venimos dando hace ya unos años.


Sabemos que la autogestión no es sólo hacer eventos, sino también construir comunidad. ¿Cómo han sentido el apoyo de la escena local y qué rol creen que juega Ruido Kolectivo en ese tejido social?

Lo hemos ido diciendo en algunas de las respuestas anteriores. Si bien lo que nosotros hacemos es, fundamentalmente, organizar tocatas, esas tocatas son una expresión y a su vez contribuyen a generar una comunidad en torno al ruido. Y si bien a veces no es el colectivo completo el que lo hace, también en ocasiones algunos de sus miembros se esfuerzan por hacer otros vínculos que van contribuyendo a generar una comunidad más allá del ruido.


En cuanto al apoyo recibido de parte de esa “escena local” creemos que hay harto. Hay interés en lo que se hace, siempre hay una cierta expectativa en lo que se hará. Siempre hay gente dispuesta a tender una mano a las bandas para producir su material, sus formatos físicos, etc.; esta entrevista y lo que Uds. hacen difundiendo a las bandas; las personas que van a las tocatas a sacar fotos para después compartirlas; las bandas que están dispuestas a tocar por cero pesos, tal como nosotros; las personas que asisten, pagan su entrada o aporte voluntario; quienes escuchan a las bandas, compran sus discos o casete, cantan sus canciones, etc.

Ruido Kolectivo es un actor más, no somos ni los únicos, ni los primeros ni los últimos. Hacemos las cosas de la forma en que creemos que debemos hacerlas, y alentamos a otrxs a que las hagan a su manera.



Además de la música, ¿cómo ven la intersección del ruido con otros espacios culturales o de resistencia en Temuco?

Como decíamos por ahí más arriba, estamos conscientes de que lo que hacemos no sólo se trata del ruido. Si bien muchas veces organizamos tocatas y eventos para nosotros mismxs, para nuestros amigxs y nuestro círculo, porque nos gusta tocar, para apoyar el lanzamiento de algún disco, una gira, etc también hay un esfuerzo por articular lo que hacemos con organizaciones o causas que nos parezcan justas, sea organizando directamente eventos para visibilizar, reunir dinero u otros recursos en apoyos a las mismas, así como también colaborando en una segunda línea en la organización, el sonido o los equipos. Ahora bien, nuestros recursos y equipos son limitados, y por cierto también se van deteriorando con el uso, por lo que no siempre estamos en condiciones de colaborar en este sentido. Lo que sí, las bandas de nuestro colectivo casi siempre están dispuestas y disponibles para tocar apoyando a algún amigx que lo necesite o a una causa que esté en sintonía con lo que pensamos. 


Quizás la articulación podría ser mayor, más profunda, más orgánica. Todo eso requiere tiempo y dedicación. Por ahora es lo que hemos podido hacer.


Si alguien quiere sumarse, apoyar o colaborar con Ruido Kolectivo, ¿cómo puede hacerlo?

Básicamente presentarse y aportar, no siempre, solo cuando pueda, pero sencilla y llanamente, a responsabilizarse con lo que se haya comprometido. Aprender a mantener los equipos, limpiar cables, echar una manito en algo, estar dispuesto a discutir cosas, y entender que esto no lo hacemos ni cagando por plata, todo lo contrario, todos ponemos aquí sin recibir nada a cambio. Bueno un poco si, nosotros mismos usamos los equipos después, pero de nada sirve gente que tenga ideas si no van a mover las manos para echarlas andar, o gente que diga que hará cosas y después no. Eso es una pérdida de tiempo.


¿Cuáles son sus planes a futuro? ¿Qué viene para Ruido Kolectivo en este 2025?

El colectivo está retomando reuniones presenciales para mejorar su organización. En la primera reunión del año, acordaron realizar una tocata pro fondos entre marzo y abril, con el objetivo de recaudar dinero para reparar o comprar equipos. Destacan la importancia del apoyo del público, no solo asistiendo, sino también colaborando económicamente para garantizar la continuidad y calidad de los eventos. Además, seguirán organizando tocatas con diversos fines, mientras las bandas del colectivo avanzan en sus propios proyectos, como lanzamientos de discos y presentaciones en otras ciudades. Conforme cumplan sus metas, se plantearán nuevos desafíos.









Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating
bottom of page