Duh Kah & Jam

La improvisación como viaje musical y experiencia trascendental.

Desde Temuco, la banda fusiona el stoner, el soul, el jazz y el rock progresivo en sesiones en vivo donde la música cobra vida en el instante. Hablamos con Alexis y Gonzalo sobre su propuesta basada en la improvisación, la filosofía detrás del nombre y la escena musical del sur de Chile.

¿Cómo y cuándo nace "Duh Kah and Jam"?

Duh Kah and Jam: ¡Hola! Para nosotros es un gusto participar en esta entrevista. Felicitamos esta iniciativa y el apoyo a la música under que está viva en Temuco.

"Duh Kah and Jam" nace en mayo de 2023 por una coincidencia de ideas y una visión compartida sobre la improvisación musical en escena. Si bien muchos músicos practican la música improvisada, no siempre se le da una proyección profesional porque no hay composiciones fijas ni canciones establecidas, solo el ser humano, el instrumento y las posibilidades infinitas que surgen según sus habilidades. Sin embargo, nosotros (Alexis y Gonzalo) decidimos llevar esta experiencia al escenario. En varias ocasiones, improvisando, surgían composiciones intensas y poderosas, como una revelación de lo que es la música: nosotros somos el instrumento para que ella tome forma. Dejamos de lado el apego al resultado, ya que ni siquiera recordamos cómo recrear aquellas composiciones efímeras.

Muchos músicos experimentan esto como una conexión consigo mismos, una práctica antigua que ha perdido atención y valor con el tiempo. Para nosotros, lejos de ser algo sin importancia, es un camino de crecimiento y evolución. Solo queremos tocar música y sentir esa sensación de plenitud. Por eso, buscamos espacios que inspiren una buena sesión de jam, convocando a quienes comparten esta visión. Lo que comenzó con dos personas se convirtió en una plataforma que ha reunido entre 25 y 30 músicos en una sola sesión.

¿Qué significa "Duh Kah and Jam" y cómo llegaron a esa elección?

Es un significado profundo. "Duh Kah" proviene del sánscrito y significa "sufrimiento", el dolor mismo de existir. Es la primera de las cuatro nobles verdades del budismo: la vida es sufrimiento mientras no se reconoce su verdadera naturaleza.

Para un músico, enfrentarse al momento de crear sin saber qué hará ni cuál será el resultado lo lleva a un estado de presencia absoluta. En ese instante, puede trascender su propio "Duh Kah", conectar con otros y transmitir emociones a quienes lo escuchan. Antes de tocar, es importante trascender el propio dolor y encontrar armonía, felicidad y plenitud, dejando de lado el miedo a equivocarse o a las críticas. La música es un puente para vivir esta experiencia.

Su propuesta se basa en la improvisación y en la fusión de géneros como el stoner, soul, jazz, rock progresivo, experimental y hip-hop. ¿Cómo surge esta idea y qué los motivó a enfocarse en este estilo?

Fue algo natural. Estos géneros abarcan un espectro amplio, desde lo más pesado hasta lo más relajado. No fue algo planeado, simplemente dejamos que los músicos y el público guiaran la atmósfera de cada presentación. Así, la música tomó forma en el tiempo y el espacio.

En sus presentaciones, hay una rotación de músicos, lo que hace que cada show sea único. ¿Cómo manejan esta dinámica? ¿Hay un proceso previo o todo es completamente espontáneo?

Todo es espontáneo. Nos gusta la sensación de no saber con quién tocaremos. En cada sesión, Alexis elige al guitarrista y bajista, mientras Gonzalo selecciona a un baterista o saxofonista, como si fuera alquimia.

Siempre iniciamos con un ritual: los dos en escena junto a un bajista, dando apertura con una flauta traversa arábica, bajo y batería. Es nuestra manera de honrar la música, el tiempo y el espacio.

A lo largo de su trayectoria, ¿hay alguna presentación especial que recuerden con cariño?

Todas han sido importantes, pero destacamos nuestra participación en el Festival "Raíces Araucanas". Fue un gran escenario con mucho público y excelente sonido. Nos invitaron a compartir nuestra historia y presentarnos como banda. Fue un reconocimiento a nuestro trabajo y trayectoria.

¿Cómo ha sido la recepción del público en Temuco y la Región de la Araucanía?

Muy positiva. Incluso el público más exigente ha sentido las emociones que transmitimos. La improvisación implica errores, pero eso no es condenable, sino parte del proceso. Se ha formado una comunidad que apoya esta experiencia y la valora.

¿Cuáles son sus planes a futuro? ¿Tienen proyectos en camino?

Estamos abiertos a lo que venga. Queremos grabar sesiones audiovisuales y compartirlas en redes, ya que muchas composiciones nacen y mueren en el instante. Ahora queremos registrar esas experiencias.

Para quienes aún no los han visto, ¿cómo describirían la experiencia de verlos en vivo?

Es una conexión total con el entorno y la energía del momento. 

Lo que sucede es único e irrepetible. Es una práctica antigua que traemos de vuelta al presente.

Finalmente, ¿cómo pueden seguirlos y conocer sus próximas presentaciones?

En Instagram: @duhkha.andjam. Allí compartimos todo lo que ha sido y lo que viene. Si hay músicos interesados en unirse, pueden escribirnos. ¡Nos vemos en las sesiones!