El retorno de Kiebre: Una noche de emociones y reencuentros en Temuco.
- Grítalo
- 25 nov 2024
- 2 Min. de lectura

El pasado 23 de noviembre, el RestoBar 77 se llenó de energía y nostalgia con el regreso de Kiebre, una de las bandas emblemáticas de la escena musical temuquense, que volvió a los escenarios tras años de silencio. Con material nuevo y una renovada formación, la banda dejó en claro que ha regresado para quedarse.
Kiebre, recordada por discos icónicos como Infeliz Edén y No hablen por todxs, volvió a la tarima con fuerza, destacando a Lalo Petit en voz, guitarra y como uno de sus fundadores allá por el año 2001. La nueva formación con Hugo Aguilera en el bajo y Claudio Cea en la batería, promete mantener viva la esencia de la banda, caracterizada por su potencia y compromiso con temáticas sociales.
El espectáculo estuvo acompañado por el explosivo punk del julero de Medio Golpe y la corrosiva propuesta de Apol, quienes hicieron vibrar el perímetro del antiguo centro cívico del rock & roll en Temuco.
Una banda forjada en la autogestión.
Kiebre nació en Temuco en 2001, fundada por Leo Contreras y Lalo Petit, como un proyecto autogestionado que apostó por el rock en su estado más puro y honesto. Su música, una fusión de metal, punk, grunge y blues, siempre ha estado marcada por líricas que denuncian la desigualdad social, lo que les valió un lugar especial en el corazón de la escena local.
En aquellos años, Temuco era un hervidero de bandas y espacios para la música en vivo. Bares como El Fozo, La Constructora, Barbudos y El Infierno fueron testigos del auge de un movimiento musical que, lejos de la industria, se mantuvo vivo gracias a la autogestión y la pasión por el arte.
Sin embargo, las políticas municipales que llevaron al cierre de estos espacios dificultaron la continuidad de muchas bandas. La desaparición de estos lugares marcó el fin de una era, dejando tras de sí mitos y recuerdos en lugares que hoy son empresas y restaurantes.
Pero el regreso de Kiebre demuestra que el espíritu del rock temuquense sigue más vivo que nunca. En palabras de los asistentes: “¡Aguante el metal poblacional antinacional!”.
La escena rockera de Temuco parece estar tomando una nueva venganza, recordándonos que, aunque el tiempo pase, la música siempre encuentra el camino de regreso a casa.
Te invitamos a seguir el trabajo de las bandas locales en sus perfiles de Redes sociales, y canaes de difusión de la música que producen, asimismo hacer uso de esta en tus redes sociales, recuerda que muchas de las bandas que hoy escuchamos como clásicos nacieron de la industria indendiente y fueron locales.
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